Colegio 2.0
Profesores y alumnos aprovechan la tecnología para estrechar vínculos dentro de la comunidad del IB y también con el resto del mundo, tal y como nos descubre Laura Bridgestock.
Imagine una clase en la que cada alumno trabaja con su computador portátil, con conexión inalámbrica y programas de videoconferencia para estar en contacto con académicos, expertos y otros colegios de todo el mundo. El profesor empieza el día hablando sobre el nuevo hilo de discusión que apareció la noche anterior en un foro de Internet sobre el texto que están trabajando.
Ni siquiera hay que pasar lista: las tarjetas inteligentes que permiten acceder al colegio registran quién está en clase. Aunque el colegio lleva abierto solo unos pocos meses, alumnos y profesores se conocen ya muy bien, pues tuvieron ocasión de charlar por Internet antes de empezar las clases.
No estamos hablando del futuro, sino de toda una realidad: el colegio Queensland Academy for Health Sciences (QAHS) de Southport, en Australia. Desde su inauguración en febrero de 2008, gracias al impulso del gobierno regional de Queensland, se ha convertido en un cibercolegio modelo: el cursor ha desterrado para siempre la tiza.
Según Mark McCallum, director del International School of Singapore,
“el acceso a los recursos informáticos no responde a motivaciones tecnológicas, sino a la posibilidad de mejorar las herramientas, la información y el contacto con otras personas”.
El QAHS lo tiene igual de claro: los alumnos participan en conferencias por Internet, comparten experiencias a través de podcasts y vodcasts, elaboran wikis, publican artículos en blogs y votan en encuestas. “No se trata de cargar e impartir un determinado contenido y punto”, explica Rosalie Everest, profesora de Inglés A1. “Utilizamos la tecnología para conectar a los estudiantes y para mejorar el aprendizaje”.
Acceso universal
No hay que ser un genio en HTML para beneficiarse de la revolución digital. Las herramientas web 2.0 han contribuido a reducir la brecha entre las regiones ricas y pobres y entre los “ciudadanos digitales” y los “inmigrantes digitales” del mundo de Internet. El hardware ha dejado de ser un imperativo, puesto que los recursos y el software están en la red, mientras que la gran difusión de los programas y servicios gratuitos pone al alcance de todo el mundo la creación de wikis, blogs o podcasts.
La Web 2.0 tiene como pilares la colaboración mundial, la interacción y el acceso igualitario, y adquiere un papel cada día más importante en el funcionamiento del IB. Nuevas iniciativas, como el portal del IB y la comunidad virtual (página 4), servirán para conectar la gran familia del IB de una forma impensable hasta ahora. El proyecto del Programa del Diploma en línea no deja de ampliar su oferta de cursos. Además, los profesionales pueden acceder a más recursos, a través de cursos y formación en línea, gracias a la plataforma de software gratuita de aprendizaje electrónico Moodle.
Muchas de estas iniciativas nacieron de la apuesta del anterior director general George Walker por las nuevas tecnologías en la difusión de las actividades del IB más allá de los límites de los Colegios del Mundo del IB. Y así surgió el Programa del Diploma en línea, que permite a los alumnos que no pueden ir a los Colegios del Mundo del IB seguir las clases por Internet. El pasado mes de septiembre, el IB puso en marcha un sistema con el que los alumnos de colegios no adscritos al IB pueden realizar cursos del Programa del Diploma a través de colegios del IB.
Los alumnos de los Colegios del Mundo del IB ya pueden participar en cursos que sus colegios no pueden ofrecer y que están desarrollados en colaboración con empresas de formación a distancia. El proyecto arrancó con un curso de Economía de Nivel Medio, desplegado en 2006, al que siguieron los cursos de Tecnología de la Información en una Sociedad Global (TISG) de Nivel Superior y Psicología de Nivel Medio, en el año 2008. Hay previstos nuevos cursos.
Toda la formación se imparte en la red. “Todos los comentarios que nos han llegado han sido buenos”, afirma Ruth Adams, consultora del Programa del Diploma en línea. “Los alumnos valoran de manera muy positiva compartir clase con compañeros de todo el mundo. Muchos creen que el curso en línea es más exigente, ya que cada alumno debe responder a todas las preguntas, aunque por otra parte pueden analizar el contenido con mayor profundidad”.
Los profesores no les van a la zaga en lo que a entusiasmo se refiere. Dan Auger, profesor de TISG en el International School of Lausanne, en Suiza, ha diseñado el curso en línea de TISG de Nivel Superior, que también imparte. “Ahora he reducido el tiempo de planificación durante el curso, con lo que puedo dedicar más energías a ofrecer comentarios y ayuda. En lugar de limitarme a dar información, ahora diseño actividades pedagógicas basadas en la colaboración”, comenta Dan.
Actualmente, el IB ofrece 22 talleres en línea para sus profesores y ocho más están en fase de diseño. Lee Davis, jefe de formación profesional en línea, considera que los cursos con mejores resultados son los que se inscriben en campos en los que antes no contaban con talleres. El IB ofrece cursos en línea para examinadores en entornos Moodle.
En febrero de 2009 más de 1.200 examinadores participaron en 52 cursos en línea, dirigidos por examinadores experimentados. Darren Hughes, jefe de capacitación y contratación de examinadores, considera que las herramientas de Moodle ayudan a generar oportunidades de formación colaborativa de calidad para los examinadores.
Tender puentes
La capacidad de la tecnología para transformar el mundo, y también la educación, se ilustra con el proyecto de “clase plana” liderado por Julie Lindsay, jefa de tecnologías de la información y aprendizaje electrónico del Qatar Academy de Doha, en Qatar, y Vicki Davis, del colegio Westwood Schools de Camilla, en Georgia (EE. UU.). El proyecto vio la luz en 2006 como iniciativa de colaboración virtual entre los dos colegios, inspirándose en la obra de Thomas L. Friedman La Tierra es plana. De ese impulso han nacido ya dos proyectos, “Digiteen” y “Horizon”, que hasta la fecha han contado con la participación de 800 alumnos y 200 educadores de todo el mundo.
Los alumnos colaboran en línea para profundizar en un tema, que posteriormente presentan a sus compañeros con la ayuda de recursos multimedia. De este modo, según Julie, aprenden más allá del tema estudiado.
“Es lo que llamamos aprendizaje no intencionado, como cuando descubren que en Oriente Medio el fin de semana es viernes y sábado, lo que les prepara para el mundo real y les permite trabajar más allá de las diferentes zonas y culturas. Es importante recordar que hay mejores formas de captar la atención de los alumnos, con interacción, colaboración y margen para la creatividad”.
Un estudio reciente demuestra que los alumnos con acceso a recursos multimedia, como herramientas de colaboración web y aplicaciones avanzadas, alcanzan un nivel de comunicación más sofisticado y mayor satisfacción en los estudios.
Para algunos alumnos, los nuevos métodos son fundamentales. Cuando era profesora de inglés en el Vienna International School de Austria, Judy Monast comprobó de primera mano cómo la sustitución de trabajos escritos por grabaciones de audio y video permitió a un alumno con síndrome de Asperger, hasta entonces incapaz de completar unas pocas frases en un examen de 90 minutos, grabar sus respuestas (con una puntuación de 5) en apenas 20 minutos.
En el Centro Integral de Educación Individualizada de Colombia, los alumnos del PEP y del PAI utilizan las webquests (proyectos basados en preguntas y creados a partir de recursos de Internet) para mejorar las competencias en inglés y descubrir otras culturas, además de intercambiar correos electrónicos con alumnos de Filipinas, Estados Unidos e India.
Moodle forma ya parte del día a día del École Internationale de Montréal, en Canadá, donde los alumnos del PEP disponen de su propio curso, diseñado a medida por el Dr. Walcir Cardoso, de la Concordia University de Montréal. Bautizado como “The Butterfly Effect”, gira en torno a los desastres naturales y utiliza foros de debate, mensajes instantáneos, un glosario colaborativo, presentaciones en PowerPoint y videos para animar a los alumnos a practicar el inglés al tiempo que aprenden e intercambian ideas.
Wendy Brandse descubrió que las nuevas tecnologías le ayudaban a motivar a sus alumnos del PEP en el ACS Egham International School (Reino Unido). Vio cómo sus alumnos se interesaban en los podcasts que utilizaba para grabar sus relatos y así mejorar su inglés.
Desde su actual cargo de coordinadora de aprendizaje interactivo en el ACS Cobham International School, Wendy ha continuado utilizando los podcasts. Su clase grabó un podcast con preguntas para los alumnos que se envió a un colegio de Namibia. La clase de Namibia respondió por correo electrónico, pero en 2008 dos alumnos de ese país se desplazaron al colegio ACS Cobham en el marco del Congreso Internacional de Jóvenes sobre Seguridad en Internet, en el que aprendieron a crear podcasts y del que se fueron con iPods, grabadoras y computadores, para poder intercambiar podcasts con otros colegios.
Tejiendo redes
En el Dubai American Academy de los Emiratos Árabes Unidos, los alumnos participaron en un proyecto basado en Second Life, el mundo virtual, mientras que en el Moraitis School de Atenas, en Grecia, los alumnos del Programa del Diploma de Elisabeth Ball han descubierto todo un mundo de conocimientos gracias al sitio web MoleClues, diseñado por la Molecular Frontiers Foundation en 2007. El sitio, que consultan y enriquecen unos 200 colegios de todo el mundo, dispone de foros en los que los alumnos pueden plantear preguntas y charlar con científicos de primera línea.
El colegio británico Broadgreen International School (BIS), en Liverpool, ha estrechado lazos con universidades de la región para ofrecer a los alumnos acceso a centros de admisión que proporcionan información y orientación académica. Asimismo, ha desarrollado un proyecto para compartir recursos y metodologías con otros Colegios del Mundo del IB a través de una plataforma virtual. El responsable del programa, Ian Andain, afirma que así aumentarán las opciones de cursos.
La tecnología puede ejercer de puente entre la familia y la escuela: el colegio BIS anima a padres y alumnos a conectarse a la comunidad virtual del colegio desde casa y, gracias a un programa del gobierno británico, ha entregado 350 computadores portátiles a alumnos de familias con pocos ingresos.
La idea de que cualquier miembro de una comunidad escolar pueda acceder a su plataforma de aprendizaje en línea, desde cualquier dispositivo, goza cada día de más popularidad. El año pasado, los alumnos del United World College of South East Asia de Singapur analizaron, en un proyecto piloto, el uso de dispositivos iPod Touch para acceder a la plataforma educativa del colegio, llamada Studwiz Sparks.
Diana Debenedetti, profesora de Historia en el Colegio Santa Brígida de Buenos Aires, en Argentina, dispone de un blog de clase basado en webquests. “De este modo, el proceso de aprendizaje es menos vertical”, afirma Diana. “Los alumnos pueden reflexionar más allá de los límites de la evaluación y descubren que el conocimiento es más rico si se basa en diferentes contribuciones”.
Nunca pierde ocasión para señalar que lo más importante es el uso que cada uno haga de la tecnología: permitir a los alumnos navegar por Internet solo servirá para que “corten y peguen” más rápido, pero unas tareas bien dirigidas les ayudarán a valorar y seleccionar la información y los recursos.
“La tecnología no es una varita mágica, con soluciones al instante, sino que estimula a los profesores y les anima a mejorar su metodología, a trabajar con más flexibilidad y creatividad, al tiempo que alienta a los alumnos a reflexionar sobre las limitaciones y las posibilidades de estas opciones. La mejor forma de aprender es practicando juntos”.